Un blog para descubrir el lado humano de la tecnología y la comunicación, su aspecto más importante, aquello que da sentido a todo el derroche de imaginación y creatividad que se esconde tras cada cable, circuito, imagen, palabra o sonido.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Mira mamá: sin manos


Lo leo en el periódico (http://www.lasprovincias.es/20120529/economia/volvo-coche-conductor-piloto-201205291051.html) y creo que se empiezan a confirmar mis sospechas: hay visionarios tecnológicos que se han empeñado en atontarnos. Si no han visto Wall-E, háganlo después de leer esta columna y verán hacia dónde parece que nos encaminamos...

Resulta que el fabricante sueco de automóviles Volvo ha realizado en España los primeros test en carretera abierta de un “tren de carretera” formado por un vehículo que actúa como guía y por otros coches dirigidos de forma electrónica, que reproducen las maniobras del primero.

Al margen del miedo —o pánico— que pueda producirles la idea de poner sus vidas en manos de una máquina (hace unos meses Google consiguió licencia de circulación para su prototipo de vehículo sin conductor en Estados Unidos y, si vuelan, sepan que el avión lo hace prácticamente todo), lo más significativo son las intenciones declaradas de la empresa: “mejorar la seguridad en las carreteras, así como reducir el impacto medioambiental del transporte y disminuir la posibilidad de que se produzcan grandes atascos”. Incluso, yendo un poco más allá, “mejorar el confort de los conductores, de manera que puedan realizar otras actividades durante la conducción, como el uso de ordenadores portátiles, leer un libro o comer de forma relajada”.

¡Y yo que creía que el autobús y el tren ya servían para eso...!

¿Y qué pasa con aquéllos a los que —pese a campañas de la DGT, señalizaciones sin sentido y normas obsoletas y hasta peligrosas— nos gusta conducir? ¿Por qué empeñarnos en hacer cuatro cosas a la vez y no disfrutar de ninguna de ellas? Y ni siquiera eso, porque hacemos que sean las máquinas quienes las hagan...

Vean Wall-E y observen la felicidad de los humanos que aparecen en la película, porque eso es lo que nos espera.

miércoles, 23 de mayo de 2012

No es otro mundo


Escuchas a los medios de comunicación, incluso las conversaciones de la gente, y parece que crece la conciencia universal de que Internet está “creando” un universo paralelo, virtual, en el que hay que entrar para no quedarse “fuera de juego”, o de la historia.

Se habla de reglas nuevas, de lenguajes nuevos, de peligros nuevos... Pero si se paran a pensarlo un poco, no es cierto.

Internet no es un mundo aparte. No es otro universo. Internet forma parte de este mundo y sus reglas, para bien o para mal, son las mismas que las de este mundo. Y en el fondo, también lo son sus peligros, logros, y hasta su lenguaje. Lo que es moralmente reprobable en Internet también lo es en la vida real. Y viceversa. Ciertamente, si observamos con detenimiento y profundizamos en su esencia, en Internet “no hay nada nuevo bajo el sol”.

Efectivamente, todo puede ser más rápido, tener un mayor alcance en el corto plazo y costar mucho menos, tanto en esfuerzo como en medios económicos..., pero no es otro mundo.

Internet es otra herramienta. O una combinación de muchas de ellas. Una especie de “navaja suiza” con múltiples filos y utensilios que, en muchos casos, ni llegaremos a usar ni sabremos par qué sirven. Una herramienta. Nada más. ¡Y nada menos!

Así que no piensen en futuros virtuales. Internet no tiene más vida que la que le prestamos sus usuarios. Y cuando nos cansemos de él o encontremos un sustituto mejor, lo apartaremos de nuestras vidas como hemos hecho con tantas cosas e inventos que revolucionaron el mundo a lo largo de la historia. Porque, díganme, ¿alguna vez han llegado a poner un telegrama? O ¿cuánto hace que no escriben una carta y pegan un sello para enviarla? Pues en su día, el correo y el telégrafo revolucionaron la forma de comunicarnos. Y el mundo, de paso...

viernes, 18 de mayo de 2012

Desvelando el secreto

No les voy a mantener con el suspense mucho tiempo. Ni les voy a entretener demasiado. Ni hoy, ni nunca.

Lo que el bit esconde es al ser humano. No uno, sino muchos. Cada uno de ustedes. Detrás de cada bit hay una persona que programó, diseñó, usa o simplemente ve. Sin esas personas, no sólo el bit no existiría, sino que perdería su única y auténtica razón de ser.

Así debería ser la tecnología y —si me apuran— la ciencia: al servicio del ser humano. Debería ayudarnos a sacar lo mejor de nosotros mismos, a exprimir nuestras potencialidades y hacerlo de forma amigable, simple, sin complicaciones. El uso de la tecnología no debería necesitar de manual de instrucciones.

Dicho todo lo cual, me voy despidiendo con una promesa: la finalidad de este blog es ayudarles a descubrir el lado humano de todo esto y contribuir a su reflexión. Todos, ustedes, nosotros, yo, somos las partes importantes de la ecuación. Los chips y los bits son prescindibles... ¡pero nos pueden hacer todo tan fácil y bonito...!